¿CÓMO LOGRAR QUE UN HOMBRE MAYOR DE 50+ REENCUENTRE, EXPLORE Y EXPRESE SUS FANTASÍAS ERÓTICAS?
Podemos empezar por decir, sin lugar a duda, que los hombres juegan con las fantasías eróticas desde siempre, es su naturalidad, es igual de humano que en una mujer, la diferencia está en esa forma en que nos criaron a los que tenemos hoy 50+, .
No se trata de que aprenda o de que libere su ímpetu, se trata de darle un empujoncito al hombre a los 50+ para que vuelva a usar su imaginación de manera creativa y activa con su pareja, que se recupere ese picante que se deja olvidado con los años; tomar la iniciativa de sacar a su pareja de ese estado de conformidad que llega con los años, es el primer paso, lo que se necesita es expresar deseo, cariño, respeto y tomar acción, erotizar los momentos y a la pareja es de las cosas más sensuales y hermosas cuando se logra esa conexión de dos cuerpos, aprovechar ese enfoque más consciente y exploratorio que se obtiene con la edad.
Crear un espacio seguro, libre de prejuicios
Con el paso de los años las parejas se vuelven repetitivas, carentes de creatividad, puede ser, en muchos casos producto de cambios hormonales y físicos que también sufren los hombres, entrar en este proceso de retomar el erótismo, las fantasías y el deseo, o en algunos casos experimentarlas por primera vez, hace que tú tomes acción y empieces por crear un espacio y un tiempo perfectos para diálogos íntimos libres de conceptos preestablecidos, libres de temores y abriendo la posibilidad de fantasías eróticas en pareja, en donde nada los interrumpa, en donde lo sorprendas y estimules sus sentidos, este es el momento ideal para tener una sexualidad vibrante, se dejan atrás las preocupaciones por la procreación y las expectativas sociales.
No hay nada más excitante para un hombre que una pareja activa, con iniciativa y que le despierte el deseo; los 50+ son la mejor edad para explorar y buscar nuevas fuentes de erotismo, una conversación activa y positiva en donde se dejen afuera los calificativos, los prejuicios y se dé entrada a las fantasías mutuas. Es el comienzo de otra etapa, una que es libre de sentir, pensar y hacer en torno a una mejor relación de pareja con exploración, creatividad y comunicación.
Desnormalizar la vergüenza y legitimar el deseo
Aquí entran a jugar dos elementos esenciales cuando de erotismo se trata, la confianza y la complicidad. Conversar sobre los deseos, expectativas y fantasías sin miedos y con tranquilidad es llevar al hombre a que se libere y lo exprese, buscar múltiples maneras de informarse y aprender, ver juntos películas , escuchar podcast, leer literatura erótica y toda forma de arte, jugar, todo aviva la confianza y la camaradería que, sin duda, darán paso a nuevas formas de placer en pareja, conocer los cuerpos, sus sensaciones y cómo activarlas,
Dar el primer paso y hablar de lo que te da placer, lo que te gusta, las caricias que te excitan, lo que te gustaría intentar, las palabras que te hacen arder, las cosas por vivir, será la forma infalible de abrir esa puerta al erotismo a los 50+, el momento de experimentar a plenitud la sexualidad. Después, preguntarle sobre sus fantasías posibles o imposibles, sus miedos, lo que más le excita, lo que le gustaría, lo que olvidó, pero puede ahora recordar y retomar, cómo le va con la pornografía, si quiere compartirla contigo. Abrirse a un nuevo camino íntimo en pareja, para eso también se debe estar preparado, buscando información, teniendo claros los deseos y estando en disposición a explorar el hermoso mundo del erotismo en pareja.
Conectar el cuerpo con la imaginación
Al igual que en las mujeres, en los hombres las fantasías no solo viven en la cabeza. Viven también en el cuerpo, en la memoria sensorial, en las zonas erógenas olvidadas, en las reacciones físicas espontáneas. La autoexploración, el juego erótico simbólico o los ejercicios de visualización guiada pueden ser claves para desbloquear fantasías dormidas.
Preparar sesiones de conocimiento sensorial mutuo; acariciarse, explorar esos puntos del cuerpo que dejamos olvidados, redescubrir las zonas erógenas, jugar con los besos, reír por situaciones incómodas, masajes con aceites de aromas, exploración en pareja. Así se va despertando el deseo y va acabando con la dinámica de la pregunta incómoda que no se sabe responder.
Nombrar lo innombrado: el poder de verbalizar
A diferencia de las mujeres a los hombres les gusta hablar de sexo, y eso de que el lenguaje transforma lo difuso en imagen es verdad, así que con ellos lo que se puede es verbalizar, hay que darle rienda suelta a la imaginación, llamar a las cosas por su nombre, dar y pedir, preguntar y explicar lo que se quiere, entre mas detalles mejor, si tú hablas tu pareja no dejará nada por decir, así que anímate a decir las cosas como las piensas, sin filtro, y él te responderá.
El otro como aliado, no como espectador egoísta
El erotismo, las fantasías y la sensualidad se viven mejor en pareja, lo que deseas para ti debes también estar dispuesto o ofrecerlo y así nadie es espectador, los dos son activos presentes en el juego de roles, en la exploración de caricias, en el descubrimiento de nuevas zonas erógenas, en la puesta en escena de una idea, de una película.
El hombre responde a tu actitud activa, ellos también merecen sentirse deseados, sin duda las palabras bien dichas y las acciones bien encaminadas harán que un hombre se sienta amado y deseado.
Aceptar lo no lineal y lo inesperado
Los hombres con el paso del tiempo pueden llegar a sentirse inseguros, muy inseguros, su cuerpo ya no responde de la misma manera, para eso nada mejor que se le estimule la imaginación y se le ayude a fantasear y usar otras formas de juego, de excitación que les ayudaran con la conexión en pareja, la masturbación consciente y mutua, usar juguetes es una gran idea, no solo para ella, para él igual, es una ayuda en la que él debe ser activo, seguramente no está en su radar pero se trata de explorar nuevas formas de vivir la sexualidad; los bares swingers, el exhibicionismo, el voyeurismo , los juegos de roles, puede ser sorpresa lo que se descubre cuando se deja volar la imaginación, todo en pareja y en acuerdo mutuo es el ideal, estar dispuesto a compartir lo que se desea en la imaginación y en la realidad.
El arte de despertar las fantasías dormidas tiene implícito el carácter de riesgo, de cambio, un cambio que será una gran manera de redefinir nuestra intimidad, hacerla más placentera, más ligera, más en pareja, descubrir que la libertad del pensamiento te da la libertad del cuerpo, su disfrute logrará una sexualidad más gratificante.
